CALELLA. FIESTAS DE PROMAVERA 1968

CLASIFICACIÓN DE LOS CARTELES SEGÚN SU CONSERVACIÓN  (en negrita la correspondiente a este ejemplar):

 A+ Perfecto estado de conservación, muy raro encontrar un ejemplar en este estado impecable.

 A  Cartel en muy buen estado de conservación. Puede presentar algún desgarro inapreciable en los márgenes, no presenta ninguna falta de papel. Los colores son frescos y no se aprecian manchas.

 A- Puede presentar alguna leve marca de doblez, desgarro o pequeña falta de papel en los márgenes. Si presenta restauración, está realizada con éxito.

 B+ El cartel puede estar restaurado. Se aprecian levemente los defectos.

 B  Cartel en buen estado de conservación. Presenta desgarros, algunas manchas y algunas faltas de papel, jamás afectando al área crucial del diseño. Los colores son frescos y el cartel tiene una apariencia general muy buena.

 B- El cartel está restaurado, se aprecian algunos defectos y leve pérdida de color en las marcas de doblez.

 C+ Las restauraciones son visibles.

 C  Cartel en regular estado de conservación. Presenta desgarros, manchas, marcas de doblez y o faltas de papel que puede afectar parcialmente al área crucial del diseño, los colores pueden estar algo desvaídos y el cartel tiene una apariencia general de regular a buena.

 C- Requiere restauración.

Calella es una Villa Florida (es una iniciativa de la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC) que promueve la transformación de rincones, pueblos y ciudades de Cataluña a través de la flor y la planta ornamental). Nos gusta cuidar de las plantas y hacer lucir las calles. Balcones de colores pintan las fachadas con flores y un bosque mediterráneo de pinos y encinas invita al ocio dentro del Parque Dalmau. Esta afición, que compartimos vecinos e instituciones, se hace protagonista durante un fin de semana en una fiesta llena de colores que nos viste de primavera.

Momentos de Flores es herencia directa del Concurso Exposición de Rosas de Cataluña. Durante dos días en mayo, la Escuela Pia, Can Saula, el faro y varios patios y jardines de toda la ciudad despiertan engalanados de ornamentación floral. Espacios singulares, públicos y privados, que abren la puerta a los visitantes en la mejor oportunidad para descubrir el patrimonio vivo de la ciudad.

Atraídos por la curiosidad de conocer el interior de casas y edificios históricos, nos adentramos en esta ruta de las flores para contemplar joyas arquitectónicas transformadas en auténticos jardines para la ocasión. Plano en mano, recorremos la ciudad pasando por el patio del Museo-Archivo, la Biblioteca o la capilla de Sant Quirze y Santa Julita o el edificio del mercado municipal. A los edificios más emblemáticos de nuestra población, se suman rincones únicos habitualmente escondidos a la vista de todos y que nos sorprenden adornados con composiciones artísticas hechas por profesionales locales.

Un estallido de colores, texturas y aromas que nos embriagan con el perfume característico de la primavera y que nos invitan a disfrutar del buen tiempo de una forma muy original.