FRANCISCO FERRER GUARDIA. LA INFANCIA AL INICIADOR DE LA ESCUELA RACIONALISTA

FRANCISCO FERRER GUARDIA. LA INFANCIA AL INICIADOR DE LA ESCUELA RACIONALISTA

600,00 €
Impuestos incluidos

Francisco Ferrer Guardia (Alella10 de enero de 1859-Barcelona13 de octubre de 1909) fue un pedagogo anarquista y librepensador español. Ferrer Guardia recogió la tradición moderna iniciada por Rousseau en el siglo xviii —contraria a la autoridad y a la cosmovisión religiosa—, para adaptarla al anarquismo y el librepensamiento que florecía en las ciudades industriales

Detalles del producto

C-12051

Ficha de datos

Año
C. 1915
Altura
73
Ancho
52
Pais
España - Catalunya
Editor
T.G.B (Talleres Graficos Bobes)
Conservación
B+
Impresión
Litografía
Soporte
Entelado
Autor
SAGRISTA F.

Descripción

Francisco Ferrer Guardia o en catalán Francesc Ferrer i Guardia nació en 1859 en Alella, Catalunya. Fue el tercero de catorce hermanos en una familia de pequeños propietarios rurales, católicos e identificados con la monarquía. A los 13 años tuvo su primera disputa con la iglesia, tras denunciar al sacerdote de su pueblo de intromisión familiar. Su padre le castigo, enviándole a trabajar a Barcelona. Allí entró en contacto con círculos obreros y anticlericales.

En 1883 desarrolló su activismo político a favor de la República e ingresó en la logia masónica Verdad de Barcelona. Trabajando en la compañía de ferrocarriles como revisor, se convirtió en mensajero del líder republicano Ruiz Zorrillas, en Francia.

Se exilio en París tras la represión desatada en 1886, con el intento fallido de instaurar la República, donde conoció a su segunda esposa, Leopoldine Bonnard, una maestra cercana a los movimientos franceses del librepensamiento. Allí trabajó inicialmente como comerciante de vinos, abrió un restaurante en la Rue du Pont Neuf, y a partir de 1889 se dedicó a dar clases de castellano, además de ser secretario sin sueldo de Ruiz Zorrilla.

Más tarde trabajo como maestro en el Cercle Populaire d’Enseignement hasta que volvió a Barcelona en 1901 para fundar un centro de enseñanza. La escuela de fundó gracias a las donaciones de antiguos alumnos franceses, y pronto se convirtió en la base de la Escuela Moderna, en la cual se subvirtió las normas de enseñanza de la época. En contraposición a ella, se impulsó una pedagogía racional, con un alumnado mixto, y en la que se abolieron prácticas retrógradas, como el sistema tradicional de castigos.

El proyecto creció rápidamente. En 1906 había 36 escuelas directa o indirectamente relacionadas con la Escuela o sus libros de texto, a partir de los cuales estudiaban alrededor de 1.000 alumnos.

Fue a través de su crecimiento que la Escuela Moderna se situó en el punto de mira de la iglesia y los estamentos oficiales. Éstas intervinieron en contra de la escuela cuando en 1906 uno de sus profesores, Mateo Morral, fue implicado en el atentado frustrado con Alfonso XIII. Consiguieron clausurarla, y abrirle un proceso a Ferrer i Guardia, del que con el tiempo fue declarado inocente. Tras el juicio volvió de nuevo a París, y fundó la Liga Internacional para la Educación Racional, editando material y obras de gran influencia. Muchos de sus artículos eran publicados en prensa internacional. En Bruselas, el periódico L’Éducation Renouvée, formado por el mismo, se convirtió en un órgano de expresión y agitación. Fue en esos momentos cuando intensificó su trabajo para refundar y perfilar los cimientos de “La Escuela Moderna”.

Ésta al declararse abiertamente anticlerical, fomentar la solidaridad y la educación libre, acabó convirtiéndose en un manual para la pedagogía libertaria. Entre sus principios básicos se establecía que: 1. La educación de la infancia debe fundamentarse sobre una base científica y racional; en consecuencia, es preciso separar de ella toda noción mística o sobrenatural. 2. La instrucción es parte de esta educación. La instrucción debe comprender también, junto a la formación de la inteligencia, el desarrollo del carácter, la cultura de la voluntad, la preparación de un ser moral y físico bien equilibrado, cuyas facultades estén asociadas y elevadas a su máximo de potencia. 3. La educación moral, mucho menos teórica que práctica, debe resultar principalmente del ejemplo y apoyarse sobre la gran ley natural de la solidaridad. 4. Es necesario, sobre todo en la enseñanza de la primera infancia, que los programas y los métodos estén adaptados lo más posible a la psicología del niño, lo que casi no sucede en ninguna parte, ni en la enseñanza pública ni en la privada. Después de una años, Ferrer i Guardia regresó a Barcelona de nuevo y vivió allí hasta que fue detenido en 1909 acusado de haber sido el instigador de la rebelión obrera y popular contra la Guerra de Marruecos, conocida como la “Semana trágica”. El 9 de octubre se constituyó el consejo de guerra en la prisión Model de Barcelona para juzgarlo. Tenía en contra la monarquía, el gobierno y la Iglesia; rápidamente lo condenaron a muerte.

La noche anterior a su asesinato escribió un testamento. En él podría leerse: Deseo que en ninguna ocasión ni próxima ni lejana, ni por uno ni otro motivo, se hagan manifestaciones de carácter religioso o político ante los restos míos, porque considero que el tiempo que se emplea ocupándose de los muertos sería mejor destinarlo a mejorar la condición en que viven los vivos, teniendo gran necesidad de ello casi todos los hombres. (...) Deseo también que mis amigos hablen poco o nada de mi, porque se crean ídolos cuando se ensalza a los hombres, lo que es un gran mal para el porvenir humano. Solamente los hechos, sean de quien sean, se han de estudiar, ensalzar o vituperar, alabándolos para que se imiten cuando parecen redundar al bien común, o criticándolos para que no se repitan si se consideran nocivos al bienestar general. Fue fusilado el 13 de octubre del mismo año, junto con cuatro personas más, tras un consejo de guerra celebrado en media de una gran tensión política. La leyenda dice que ante el pelotón de fusilamiento Ferrer gritó: "Soy inocente. ¡Viva la Escuela Moderna!".

La oposición a la ejecución se hizo sentir tanto en el Estado español como fuera, a nivel internacional. La repulsa por su asesinato fue un elemento clave en la caída posterior de gobierno presidido por Antonio Maura. Alfonso XIII se vio obligado a intervenir y destituirle, tras los asaltos a embajadas y luchas callejeras incluidas, que se sucedieron en varios países de Europa. A pesar de su muerte, sus ideas prevalecieron. Éstas han tenido una gran influencia en los cambios que la educación, tanto en el Estado español como a nivel Europeo, han ido viviendo con el tiempo, a pesar de que muchas de ellas fueran desnaturalizadas o readaptadas a los esquemas propios de una sociedad que el propio Ferrer i Guardia aborrecía. En el Estado español, la ideas de Ferrer i Guardia fueron proscritas por la dictadura franquistas, que impuso una enseñanza patriótica, fundamentalista, homogénea y totalitaria. A pesar de eso, con la resistencia antifranquista y la recuperación de la memoria histórica, el modelo de Ferrer i Guardia volvió a estar presente.

De hecho la propia extensión de las ideas de Ferrer i Guardia ha dado ha múltiples interpretaciones. Las más radicales, las libertarias, tomaron formas distintas. Hasta la década de los años 30 una de esas formas serian los ateneos. La proliferación de los ateneos libertarios fue una respuesta, no sólo a la rigidez y dogmatismo de la enseñanza reglada sino a la falta de infraestructuras educativas oficiales para la propia clase trabajadora. Y aunque se constituyeron como asociaciones culturales, funcionaron en la práctica como escuelas para miles de personas sin recursos para poder pagar una enseñanza privada.

CLASIFICACIÓN DE LOS CARTELES SEGÚN SU CONSERVACIÓN  (en negrita la correspondiente a este ejemplar):

 A+ Perfecto estado de conservación, muy raro encontrar un ejemplar en este estado impecable.

 A  Cartel en muy buen estado de conservación. Puede presentar algún desgarro inapreciable en los márgenes, no presenta ninguna falta de papel. Los colores son frescos y no se aprecian manchas.

 A- Puede presentar alguna leve marca de doblez, desgarro o pequeña falta de papel en los márgenes. Si presenta restauración, está realizada con éxito.

 B+ El cartel puede estar restaurado. Se aprecian levemente los defectos.

 B  Cartel en buen estado de conservación. Presenta desgarros, algunas manchas y algunas faltas de papel, jamás afectando al área crucial del diseño. Los colores son frescos y el cartel tiene una apariencia general muy buena.

 B- El cartel está restaurado, se aprecian algunos defectos y leve pérdida de color en las marcas de doblez.

 C+ Las restauraciones son visibles.

 C  Cartel en regular estado de conservación. Presenta desgarros, manchas, marcas de doblez y o faltas de papel que puede afectar parcialmente al área crucial del diseño, los colores pueden estar algo desvaídos y el cartel tiene una apariencia general de regular a buena.

 C- Requiere restauración.