FIESTAS DE BARCELONA JUNIO 1907

FIESTAS DE BARCELONA JUNIO 1907

500,00 €
Impuestos incluidos

Las fiestas de La Mercè, patrona de Barcelona, se celebran cada año alrededor del 24 de setiembre en las plazas y calles de toda la ciudad. En 1868 Barcelona empieza a celebrar fiestas religiosas y populares en honor de la Mare de Déu de la Mercè, en torno al 24 de setiembre. Con todo, esta celebración vive momentos de plenitud y de decadencia en el último tercio del siglo XIX

Detalles del producto

C-397

Ficha de datos

Año
1907
Altura
88
Ancho
63
Pais
España - Catalunya
Ciudad
BARCELONA
Conservación
A-
Impresión
Litografía
Soporte
Entelado
CAMBIO FOTO
SI
Autor
TAMBURINI I DALMAU Josep Mª (Barcelona 1859 - 1932)

Descripción

Las fiestas de La Mercè, patrona de Barcelona, se celebran cada año alrededor del 24 de setiembre en las plazas y calles de toda la ciudad.

Es una fiesta breve pero intensa, repleta de actividades de cultura popular muy diversas y para todas las edades. Entre otros actos, destacan la mañana de fiesta mayor, la cabalgata de La Mercè, el gran correfoc, el paseo de gigantes y enanos, las festividades castelleres, los bailes y las danzas llegadas de toda Cataluña, etcétera. Tienen una fuerte presencia los pasacalles de todo tipo, unos de los actos tradicionales más antiguos de la ciudad, emparentados con las procesiones de Corpus que ya encontramos documentadas en los siglos XV y XVI.

Motivo

La fiesta rinde homenaje a la patrona de Barcelona, a quien se atribuyen unos cuantos milagros vinculados a la ciudad. Se explica que el 24 de setiembre de 1218 la Mare de Déu de la Mercè se apareció simultáneamente al rey Jaime I, a san Pedro Nolasco y a san Raimundo de Penyafort y les encomendó que instituyeran una orden religiosa para rescatar a los cristianos rehenes en tierras sarracenas. También siglos más tarde, en 1687, Barcelona fue atacada por una plaga terrible de langosta y el pueblo invocó la protección a la Mare de Déu de la Mercè. Cuando pasó la plaga, la proclamaron patrona de la diócesis, aunque no lo fue de manera oficial hasta 1868, con el papa Pío IX.

Orígenes

En 1868 Barcelona empieza a celebrar fiestas religiosas y populares en honor de la Mare de Déu de la Mercè, en torno al 24 de setiembre. Con todo, esta celebración vive momentos de plenitud y de decadencia en el último tercio del siglo XIX. En el año 1902, con un gobierno municipal catalanista y conservador, se organiza, por primera vez, una gran fiesta mayor que pretende mostrar la diversidad folclórica del país con diversas expresiones de la cultura popular, muchas de las cuales habían desaparecido en la ciudad: bailes de bastones, de diables, muestras de gigantes y bestiario, castellers, sardanas, etcétera.

Los enfrentamientos constantes entre los partidarios de una fiesta religiosa y conservadora y los que defendían una fiesta laica, con cabalgatas folclóricas, calles engalanadas, bailes y espectáculos pirotécnicos, hicieron que la celebración se debilitara mucho entre los años veinte y treinta del siglo pasado. Y después de la guerra de 1936-1939, adoptó un cariz de exaltación nacional católica y social del franquismo más estricto. En los años sesenta se empezaron a incluir algunas muestras folclóricas.

Las fiestas de La Mercè, tal y como las conocemos hoy, nacen con la democracia, cuando el Ayuntamiento de Barcelona decidió transformar totalmente la fiesta mayor de la ciudad en una celebración en la que las muestras de cultura popular y la ciudadanía tomaran la calle de manera lúdica. Por eso encomendó la tarea de diseñar la fiesta a un grupo reducido de activistas culturales, que tomó como modelo las celebraciones tradicionales de villas vecinas que todavía se mantenían, sobre todo del Garraf y el Penedès. Los barceloneses aceptaron con entusiasmo este modelo festivo, que se ha ido consolidando durante los últimos treinta años.

Paralelamente a esta maniobra de recuperación de la fiesta, han ido surgiendo en la ciudad colectivos de portadores de gigantes, bestiario, bastonerscastellersdiables, formaciones de música tradicional, etcétera. Poco a poco, se han ido recuperando danzas, rituales y figuras que hoy ya son imprescindibles de la fiesta.

CLASIFICACIÓN DE LOS CARTELES SEGÚN SU CONSERVACIÓN  (en negrita la correspondiente a este ejemplar):

 A+ Perfecto estado de conservación, muy raro encontrar un ejemplar en este estado impecable.

 A  Cartel en muy buen estado de conservación. Puede presentar algún desgarro inapreciable en los márgenes, no presenta ninguna falta de papel. Los colores son frescos y no se aprecian manchas.

 A- Puede presentar alguna leve marca de doblez, desgarro o pequeña falta de papel en los márgenes. Si presenta restauración, está realizada con éxito.

 B+ El cartel puede estar restaurado. Se aprecian levemente los defectos.

 B  Cartel en buen estado de conservación. Presenta desgarros, algunas manchas y algunas faltas de papel, jamás afectando al área crucial del diseño. Los colores son frescos y el cartel tiene una apariencia general muy buena.

 B- El cartel está restaurado, se aprecian algunos defectos y leve pérdida de color en las marcas de doblez.

 C+ Las restauraciones son visibles.

 C  Cartel en regular estado de conservación. Presenta desgarros, manchas, marcas de doblez y o faltas de papel que puede afectar parcialmente al área crucial del diseño, los colores pueden estar algo desvaídos y el cartel tiene una apariencia general de regular a buena.

 C- Requiere restauración.